Como se sabe, en los últimos 3 meses la aparición de un nuevo Coronavirus –el COVID-19 ha ocasionado un pánico creciente a nivel mundial debido a su ritmo de propagación. Es entendible la alerta generalizada que hay hoy alrededor de este tema, más cuando la Organización Mundial de la Salud (en adelante OMS) declaró al COVID-19 como una pandemia; sin embargo, es importante no dejarse llevar por ese pánico y seguir las recomendaciones de mitigación de la propagación de este virus que hagan las autoridades sanitarias, tanto nacionales como internacionales. Según la última actualización de la OMS, al 13 de marzo de 2020 hay 132.536 casos confirmados en todo el mundo y 4.947 muertes causadas por el COVID-19.
Al respecto, la OMS ha sugerido a los países y sus mandatarios promover distintas medidas de prevención y mitigación de la propagación del virus, siendo el lavado de manos constante la más difundida debido a lo fácil que es el llevarla a cabo. No obstante, recomendacio-nes como el teletrabajo son mucho más efectivas para disminuir la velocidad de propagación y aplanar la curva natural de la epidemia,[1]
pues son medidas que disminuyen el número de contactos diarios con otras personas, como lo explica Zulma Cucunubá en este artículo. En ese mismo artículo, Cucunubá señala que, en promedio, una persona infectada puede infectar entre 2 a 3 personas, lo que supone una propagación muy rápida.
El Gobierno colombiano no ha sido ajeno a las recomendaciones hechas por la OMS. De hecho, en la Circular Externa 0018 del 10 de marzo de 2020, el Ministerio de Trabajo le sugiere a los organismos y entidades públicas y privadas adoptar las siguientes “[…] medidas temporales y excepcionales de carácter preventivo:
Autorizar el Teletrabajo…[2]
Adoptar horarios flexibles, […] para disminuir el riesgo por exposición en horas pico o de gran afluencia de personas en los sistemas de transporte, tener una menor concentración de trabajadores en los ambientes de trabajo y una mejor circulación del aire.
Disminuir el número de reuniones presenciales o concentración de varias personas en espacios reducidos de trabajo y con baja ventilación para reducir el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias y COVID-19 por contacto cercano.
Evitar áreas o lugares con aglomeraciones en los que se pueda interactuar con personas enfermas.”
Otras recomendaciones de la OMS incluyen evitar tocarse la cara, especialmente ojos, nariz y boca, ya que si las manos están contaminadas el virus puede ingresar por estos órganos. También es importante practicar una buena higiene respiratoria, esto significa cubrirse la boca y la nariz con la parte interna del codo o con un pañuelo de papel cuando se tose o se estornuda.
Las medidas de mitigación, como el distanciamiento social (v. gr., teletrabajo, aislamientos, etc.) buscan reducir al máximo las probabilidades de colapso del sistema de salud, como sucede en Italia.
Vale la pena recordar cuáles son los síntomas del COVID-19 con el fin de poder actuar de manera oportuna. Los síntomas comprenden fiebre, tos seca, fatiga y dificultad para respirar. Los casos más leves se pueden asemejar a gripas y resfriados, siendo posible que en estos casos las personas superen el virus incluso antes de desarrollar síntomas. Es de anotar que el uso del tapabocas se recomienda únicamente para las personas que presenten dichos síntomas, esto con el propósito de evitar la escasez de este producto.
GIRALDO ÁNGEL ASOCIADOS
