Una de las grandes preocupaciones de las familias que han trabajado para la construcción de un patrimonio, radica en la debida gestión de éste, su crecimiento, la transferencia a la siguiente generación, la protección de sus activos, la eficiencia fiscal, la continuación de su negocio, la armonía familiar, entre otros.

La anterior, no corresponde a una preocupación menor, sino por el contrario a un asunto de gran trascendencia cuando se piensa en el papel crucial que desempeñan los patrimonios económicos familiares en la generación de riqueza y empleo en la sociedad, por lo que deben ser éstos objeto de una idónea planeación familiar y empresarial, tanto para la generación presente como futura.
A estos efectos, el ordenamiento jurídico contiene un conjunto de instrumentos jurídicos útiles a los objetivos de sostenibilidad del patrimonio económico, su preservación y desarrollo, el establecimiento de las relaciones entre la familia y la extensión de beneficios a las siguientes generaciones. No obstante, su elección corresponderá a un estudio juicioso de los casos concretos, en los que se analizarán los riesgos potenciales y los beneficios que reportaría una estructuración del patrimonio particular, un traje a la medida de las necesidades.
Así, se hace imprescindible un diagnóstico del patrimonio económico familiar en aras de la identificación de los principales riesgos derivados de la estructura y composición de éste, la proposición de soluciones eficientes tendientes a minimizar los riesgos identificados y la organización del patrimonio, esto, en búsqueda de la eficiencia fiscal, la planeación sucesoral, la seguridad de los gestores y de su familia, el control y gobernabilidad del patrimonio en cabeza de los gestores y la precautelación patrimonial.
GIRALDO ANGEL ASOCIADOS
Comments