La tecnología, con el paso de los años, ha conquistado cada vez más espacio en nuestra vida cotidiana, en el relacionamiento con el otro y con nosotros mismos, y sin duda alguna, en el ejercicio profesional del Derecho.
Lo anterior, entre otras cosas, dado al cambio en las necesidades legales de quienes demandan servicios jurídicos que se han visto impactadas por las tecnologías disruptivas digitales. Esta situación, ha llevado a algunas firmas de abogados en el mundo a replantearse su papel en el mercado de servicios jurídicos y a transformarse para conservar su vigencia, o al menos a generar la inquietud del cambio. No obstante, y a pesar de la resistencia al cambio de algunos sectores, serán necesarios muchos ajustes en los modelos actuales en la prestación de servicios jurídicos para satisfacer las necesidades del futuro, para no ir muy lejos, en lo relativo a las negociaciones con criptomonedas y a la estructuración de Smart contracts.
Como una muestra de la evolución en los servicios legales, numerosos softwares han sido creados para la prestación de servicios jurídicos como la revisión y elaboración de contratos, procesos de due-dligence, facturación electrónica, búsqueda de contenido jurídico especifico, propiedad intelectual, entre otros. Lo anterior, deja en evidencia el cambio en cómo nos relacionamos con la tecnología, esto es, la tecnología está en camino a dejar de ser un conjunto de herramientas al servicio del hombre, en este caso lo abogados, a convertirse en un generador central de productos jurídicos. Así, queda la idea en el aire de que gran parte del trabajo que tradicionalmente ha sido llevado a cabo por abogados, sin perjuicio de quienes opinen lo contrario, serán realizadas por máquinas, lo que será, al menos en teoría, más rentable y expedito.
Como ejemplo de lo anterior, La inteligencia Artificial (IA), que agrupa distintas tecnologías muchas de las cuales todavía están siendo exploradas, está la invención del robot Ross, creado por un startup canadiense de la Universidad de Toronto en el que se usó la tecnología del superordenador Watson. Ross, gracias a sus algoritmos, está diseñado para rastrear más de 10 mil páginas por segundo, filtrar e interpretar la información y dar respuesta a problemas jurídicos con la habilidad de aprender y mejorar su eficacia, tiene así, la habilidad de aprender y desaprender. Muchos de sus detractores sugieren que la Inteligencia Artificial debería usarse solamente como una herramienta para acortar los plazos de una investigación y optimizar procesos, pero en ningún caso, para suplir el puesto de un abogado profesional. No obstante, el miedo a las consecuencias de una nueva “revolución industrial” persiste.
En la actualidad, si bien la inteligencia artificial significa para algunos una amenaza a la práctica del Derecho por humanos, también puede ser vista como una oportunidad para la revisión y adaptación constante en la prestación de servicios jurídicos, de encontrar elementos diferenciadores y de valor para nuestros clientes.
Cordialmente,
Giraldo Angel Asociados
Referencias
Chuquicallata Reategui, A. A. (2018, 09, 5). Ross, el primer abogado robot que litiga usando inteligencia artificial en. Nombre de la revista. Recuperado de https://legis.pe/ross-primer-abogado-robot-litiga-usando-inteligencia-artificial/
Millard Robert, Thriving at the Edge of chaos. AI, blockchain and the digital law firm of the future. 2018.
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